Such people claim they know God, but they deny him by the way they live. –
Titus 1:16a (NLT)
How do we deny God with our lives?
We have the example of Peter when he denied Christ three times using his words, but what about when we give our hearts to Christ but then fail to let Him change our lives. Years later we are still exactly the way we were when we first accepted His invitation to join the royal family. We want the benefits of knowing Christ but we do not want the vulnerability that comes along with allowing HIm into ever area of our lives. There are many people in this world living a double life. By failing to let Christ into our marriages, jobs, family, social life, our thoughts, we are denying Him. We also deny Christ by allowing the weight of this world to be bigger than He is. Like fear, doubt, worry, past experience, we allow these things to hold us back, denying the fact that our God is bigger and has overcame it all. Therefore giving a false testimony of who He is. God says in His word: you will know His children by their fruits. When we choose to trust God and live from the testimony of the Holy Spirit and not our feelings, we give God the power to be who He says He is and make the necessary changes in us. So our lives can be a witness to those around us. In other words without using words we allow our lives to glorify him instead of denying Him. We have a saying: preach at all times and when necessary use words. This should be our lives. Do people around you know that you are a Christian? Or does your life conduct seem to imitate those around you rather than what Christ has done in you?
Negando A Cristo
Tales personas afirman que conocen a Dios, pero lo niegan con su manera de vivir.-
Tito 1:16a (NTV)
Cómo negamos a Dios con nuestras vidas?
Tenemos el ejemplo de Pedro cuando negó a Cristo tres veces usando sus palabras, pero ¿qué pasa cuando le damos nuestros corazones a Cristo pero luego no lo dejamos cambiar nuestras vidas? Años más tarde seguimos exactamente como cuando aceptamos su invitación a unirse a la familia real. Queremos los beneficios de conocer a Cristo, pero no queremos la vulnerabilidad que conlleva permitirle entrar en cualquier área de nuestras vidas. Hay muchas personas en este mundo que viven una doble vida. Al no dejar que Cristo entre en nuestros matrimonios, trabajos, familia, vida social, nuestros pensamientos, lo estamos negando. También negamos a Cristo al permitir que el peso de este mundo sea más grande de lo que Él es. Al igual que el miedo, la duda, la preocupación, la experiencia pasada, permitimos que estas cosas nos detengan, negando el hecho de que nuestro Dios es más grande y lo ha superado todo. Por lo tanto, dar un falso testimonio de quién es Él. Dios dice en su palabra: conocerás a sus hijos por sus frutos. Cuando elegimos confiar en Dios y vivir del testimonio del Espíritu Santo y no de nuestros sentimientos, le damos a Dios el poder de ser quien Él dice que es y hacer los cambios necesarios en nosotros. Entonces nuestras vidas pueden ser testigos de quienes nos rodean. En otras palabras, sin usar palabras, permitimos que nuestras vidas lo glorifiquen en lugar de negarlo. Tenemos un dicho: predica en todo momento y cuando sea necesario usa palabras. Esta debería ser nuestra vida.
¿La gente a tu alrededor sabe que eres cristiano? ¿O la conducta de tu vida parece imitar a los que te rodean en lugar de lo que Cristo ha hecho en ti?