While we were yet sinners, Christ died for us.- Romans 5:8 (NIV)
Take a moment and just read that verse again, let it really sink in to your spirit. Hear what it is saying.
This verse tells us, God did not wait for us to be good, perfect or sinless in order for Him to sacrifice His son for us. So then why is it many of us wait till we are good, perfect or sinless in hopes of being able to stand before Him? God lives in the here and now, He is not waiting for a perfect moment or a perfect person. He wants you to choose Him and accept His son Jesus that paid the price for you and I. When Jesus was faced with this sacrifice, He wasn’t thinking of any other moment but the one He was in. He didn’t say “can you give me few years to think about it”. Or “well this one is not a good person and this one is beyond help”. No, He spread His arms wide open and was nailed to a cross, paying the cost for past, present and future sins.
He did not wait for us to be perfect or for us to reach all our goals for Him to save us, because He is already perfect and His timing is perfect. He invites you to come boldly before His throne, knowing that He knows what you have done and are doing yet He still wants you to be part of His family. Stop waiting to get things right or to the way you think He wants you to be. Let Him do the work in you. When He does, He does not leave any loose ends, He says “it is finished”. Scripture says: “He who has started a work in you will see it to completion until the day of Christ Jesus” (Phil 1:6 NIV).
Brother’s and sister’s He is still in that posture today… arms wide open, ready to welcome you to live a life with Him. It doesn’t matter what you have done. Live in the now, tomorrow is not promised. Hear His call, accept His call, live out His call today, now, don’t wait. Live in this moment with God. You are loved.
Aquí y Ahora
En que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.– Romanos 5:8 (NVI)
Tómate un momento y vuelve a leer ese versículo, deja que se hunda en tu espíritu. Escuche lo que dice.
Este versículo nos dice que Dios no esperó a que seamos buenos, perfectos o sin pecado para que Él sacrificara a Su hijo por nosotros. Entonces, ¿por qué muchos de nosotros esperamos hasta ser buenos, perfectos o sin pecado con la esperanza de poder estar delante de Él? Dios vive en el aquí y ahora, no está esperando un momento perfecto o una persona perfecta. Él quiere que lo elijas y aceptes a Su hijo Jesús que pagó el precio por ti y por mí. Cuando Jesús se enfrentó a este sacrificio, no estaba pensando en ningún otro momento que no fuera en el que estaba. No dijo ” me puedes dar unos años para pensarlo “. O “pues, esta no es una buena persona y esta está más allá de la ayuda”. No, abrió los brazos de par en par y fue clavado en una cruz, pagando el costo de los pecados pasados, presentes y futuros.
Él no esperó a que fuéramos perfectos o que alcanzáramos todas nuestras metas para que Él nos salvara, porque Él ya es perfecto y Su tiempo es perfecto. Él te invita a presentarte con valentía ante Su trono, sabiendo que Él sabe lo que has hecho y lo que estás haciendo, pero aún quiere que seas parte de Su familia. Deja de esperar para hacer las cosas bien o de la forma en que crees que Él quiere que seas. Deja que Él haga el trabajo en ti. Cuando lo hace, no deja cabos sueltos, dice “consumado es”. La Escritura dice: “Él que comenzó tan buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús” (Fili. 1:6 NVI).
Hermano y hermana, Él todavía está en esa postura hoy … con los brazos abiertos, listo para darte la bienvenida a vivir una vida con Él. No importa lo que hayas hecho. Vive en el ahora, el mañana no está prometido. Escuche Su llamado, acepte Su llamado, viva Su llamado hoy, ahora, no espere. Viva en este momento con Dios. Eres amado.