Recently I moved and was blessed to have a group of men and women who helped. If anyone has moved before, you know sometimes tensions can be high or you can feel like a chicken without a head, lol. Friday as we were making some last minute errands, I felt like if God cleaned out my ears really good that day, like there were some things He wanted me to hear. Let me back track just a little. I am doing a 31 day devotional on the Holy Spirit with a friend on the Bible App. In the devotional that morning it talked about the sins against the Holy Spirit. One in particular caught my eye- “Insulting Him” (Hebrews 10:29); it raised a question in my mind, what are some type of ways we as Christians insult God?
Okay so back to moving- as we finished up our errands making our way back to the apartment so that we could begin loading the truck. I felt the Holy Spirit grab my attention throughout the day to just listen to the conversations and the comments that were made around me. I couldn’t believe my ears, I had heard these comments and have even been a part of making them throughout my life, but that day I felt convicted. Ever have a child bring you a drawing they did. They are so happy with their work. You look at it and though it may be hard to make out what it is, lol, you say it’s beautiful! You wouldn’t ever tell that child that his or her work is ugly or that you hate it. You treat that drawing as if it was any other painting on your wall. Sadly we have treated God’s masterpiece with disgust, turned our faces at them, and constantly insult His work. It was becoming clear to me one of the ways we as Christians insult God. As the day went on, my mind started to be filled with God’s word. Verses like:
⦁ For we are God’s Masterpiece– (Eph. 2:10a NLT)
⦁ You made me; you created me– (Ps. 119:73a NLT)
⦁ So God created human beings in his own image. In the image of God he created them;
male and female he created them.- (Gen. 1:27 NLT)
⦁ Thank you for making me so wonderfully complex! Your workmanship is marvelous- how well I know it.– (Ps. 139: 14 NLT)
⦁ Brothers and sisters, do not slander one another– (Jam.4:11a NLT)
⦁ You made me; you created me– (Ps. 119:73a NLT)
⦁ So God created human beings in his own image. In the image of God he created them;
male and female he created them.- (Gen. 1:27 NLT)
⦁ Thank you for making me so wonderfully complex! Your workmanship is marvelous- how well I know it.– (Ps. 139: 14 NLT)
⦁ Brothers and sisters, do not slander one another– (Jam.4:11a NLT)
So how do we insult God and His masterpiece…. by talking ill or slandering each other. Let me explain a little more. I know most of us think this is harmless, and sometimes we do say these things in fun. But the fact of the matter is deep down and subconsicously we really believe what we are saying.
How many times have we all said things like: all men are dogs; women can’t drive; typical man, can’t do nothing on his own; women are so emotional and weak…. and so on and so on. Men and women for decades have been so negative with our words, putting labels on each other. We judge the whole gender for actions of one man or woman. Most of it comes from personal past experiences stemming from hurt. Whether it was the influence from the homes we grew up in, the roles we saw our parents take, a past relationship, or how society has depicted us. These may seem insignificant but to God we are insulting His masterpiece.
God has instructed us to speak words that edify, praise, strengthen, or build up those around us. When we speak the Word of God over or to someone, those words (Jesus) breathes life into them. When we speak life over someone, we act in wisdom. God wrote His word on our hearts and with his breath He called us by name. The words we speak need to represent the love we have for Christ. A recognition of praise to God for the beauty in who He has made us and called us to be. We are the product of His thoughts, words and hands. Seeing and treating brothers and sisters, man or woman different than that is insulting God’s Masterpiece.
God has instructed us to speak words that edify, praise, strengthen, or build up those around us. When we speak the Word of God over or to someone, those words (Jesus) breathes life into them. When we speak life over someone, we act in wisdom. God wrote His word on our hearts and with his breath He called us by name. The words we speak need to represent the love we have for Christ. A recognition of praise to God for the beauty in who He has made us and called us to be. We are the product of His thoughts, words and hands. Seeing and treating brothers and sisters, man or woman different than that is insulting God’s Masterpiece.
The only group we should be putting man or woman in is…. we are the work of God, and when He made us, He said it is good. Brothers and sisters let us be more mindful of the words we are speaking to each other and about each group (man or woman). Of all the works God has done…. we, man and woman are considered His Masterpiece! You are loved.
Insultando A Su Obra Maestra
Recientemente me mudé y fuí bendecida de tener un grupo de hombres y mujeres que ayudaron. Si alguien se ha movido antes, sabe que a veces las tensiones pueden ser altas o puede sentirse como un gallina sin cabeza, jejeje. El viernes, mientras estábamos haciendo algunos recados de último minuto, sentí que Dios me limpió los oídos realmente bien ese día, como si hubiera algunas cosas que Él quería que escuchara. Déjame retroceder un poco. Estoy haciendo un devocional de 31 días sobre el Espíritu Santo con un amiga en la aplicación de la Biblia. En el devocional de esa mañana se habló de los pecados contra el Espíritu Santo. Uno en particular me llamó la atención: “Insultándolo a Él” (Hebreos 10:29); planteó una pregunta en mi mente, ¿cuáles son algunas de las formas en que nosotros como cristianos insultamos a Dios?
De acuerdo, volvamos a la mudanza- mientras terminamos nuestros recados y regresamos al apartamento para comenzar a cargar el camión. Sentí que el Espíritu Santo me llamó la atención durante todo el día para solo escuchar las conversaciones y los comentarios que hicieron a mi alrededor. No podía creer lo que oía, había escuchado estos comentarios e incluso he sido parte de hacerlos a lo largo de mi vida, pero ese día me sentí convicto. Alguna vez un niño le trajo un dibujo que hizo. Estaban muy contentos con su trabajo. Lo miras y aunque puede ser difícil de distinguir lo que es, jajaja, y ¡dices que es hermoso! Nunca le dirías a ese niño que su trabajo es feo o que lo odias. Tratas ese dibujo como si fuera cualquier otro cuadro de tu pared. Lamentablemente, hemos tratado la obra maestra de Dios con disgusto, les hemos vuelto la cara e insultamos constantemente Su obra. Se estaba volviendo claro para mí una de las formas en que nosotros, como cristianos, insultamos a Dios. A medida que avanzaba el día, mi mente comenzó a llenarse de la palabra de Dios. Versos como:
⦁ Pues somos la obra maestra de Dios– (Efesios 2: 10a NTV)
⦁ Tú me hiciste; me creaste.– (Salmos 119: 73a NTV)
⦁ Así que Dios creó a los seres humanos a su propia imagen. A imagen de Dios los creó;
hombre y mujer los creó.– (Génesis 1:27 NTV)
⦁ ¡Gracias por hacerme tan maravillosamente complejo! Tu fino trabajo es maravilloso, lo sé muy bien.- (Salmos 139: 14 NTV)
⦁ Amados hermanos, no hablen mal los unos de los otro– (Santiago 4: 11a NTV)
⦁ Tú me hiciste; me creaste.– (Salmos 119: 73a NTV)
⦁ Así que Dios creó a los seres humanos a su propia imagen. A imagen de Dios los creó;
hombre y mujer los creó.– (Génesis 1:27 NTV)
⦁ ¡Gracias por hacerme tan maravillosamente complejo! Tu fino trabajo es maravilloso, lo sé muy bien.- (Salmos 139: 14 NTV)
⦁ Amados hermanos, no hablen mal los unos de los otro– (Santiago 4: 11a NTV)
Entonces, ¿cómo insultamos a Dios y Su obra maestra … hablando mal o difamando a los demás? Déjame explicar un poco más. Sé que la mayoría de nosotros creemos que esto es inofensivo y, a veces, decimos estas cosas en broma. Pero el hecho del asunto es profundo y subconscientemente creemos realmente lo que estamos diciendo.
Cuántas veces todos hemos dicho cosas como: todos los hombres son perros; las mujeres no pueden conducir; hombre típico, no puede hacer nada por su cuenta; las mujeres son tan emocionales y débiles … y así sucesivamente. Los hombres y las mujeres durante décadas han sido tan negativos con nuestras palabras, poniéndose etiquetas unos a otros. Juzgamos a todo el género por las acciones de un hombre o una mujer. La mayor parte proviene de experiencias personales pasadas derivadas del dolor. Ya sea por la influencia de los hogares en los que crecimos, los roles que vimos tomar a nuestros padres, una relación pasada o cómo la sociedad nos ha representado. Estos pueden parecer insignificantes, pero para Dios estamos insultando Su obra maestra.
Cuántas veces todos hemos dicho cosas como: todos los hombres son perros; las mujeres no pueden conducir; hombre típico, no puede hacer nada por su cuenta; las mujeres son tan emocionales y débiles … y así sucesivamente. Los hombres y las mujeres durante décadas han sido tan negativos con nuestras palabras, poniéndose etiquetas unos a otros. Juzgamos a todo el género por las acciones de un hombre o una mujer. La mayor parte proviene de experiencias personales pasadas derivadas del dolor. Ya sea por la influencia de los hogares en los que crecimos, los roles que vimos tomar a nuestros padres, una relación pasada o cómo la sociedad nos ha representado. Estos pueden parecer insignificantes, pero para Dios estamos insultando Su obra maestra.
Dios nos ha instruido para que hablemos palabras que edifiquen, alaben, fortalezcan o levantan a quienes nos rodean. Cuando hablamos la Palabra de Dios a alguien, esas palabras (Jesús) les infunden vida. Cuando hablamos de vida sobre alguien, actuamos con sabiduría. Dios escribió Su palabra en nuestros corazones y con su aliento nos llamó por nuestro nombre. Las palabras que hablamos deben representar el amor que tenemos por Cristo. Un reconocimiento de alabanza a Dios por la belleza en lo que Él nos hizo y nos llamó a ser. Somos el producto de Sus pensamientos, palabras y manos. Ver y tratar a los hermanos y hermanas, hombres o mujeres de manera diferente, es un insulto a la Obra Maestra de Dios.
El único grupo en el que deberíamos poner a un hombre o una mujer es … somos la obra de Dios, y cuando Él nos hizo, dijo que era bueno. Hermanos y hermanas, seamos más conscientes de las palabras que nos estamos hablando entre nosotros y de cada grupo (hombre o mujer). De todas las obras que Dios ha hecho … ¡nosotros, el hombre y la mujer, somos considerados Su Obra Maestra! Eres amado.